Era un viernes de Dolores y comenzaba un concierto muy esperado para aquellos que aman la música cofrade. Los nervios se palpaban porque para los músicos era la prueba que tenían que superar antes de procesionar. Presentado por Cati, madre y mujer de músicos, hacía por cada una de sus marchas una breve historia de lo que las bandas en la historia de Mengíbar hasta nuestros días han supuesto para nuestro pueblo, acompañándola con unas diapositivas cofrades. Momento emocionante cuando su propia mujer ha hecho una mención especial a Damián Soriano, músico más antiguo que hoy en día permanece en la agrupación, 25 años, y orgulloso de que hoy en día lo acompañe la sabia nueva como es su hijo. Un claro ejemplo de amor a la música. En definitiva, un aprobado con creces y un concierto donde hemos podido ver el buen momento por el que esta agrupación atraviesa y la enorme calidad de sus notas. Felicidades y feliz Semana Santa.
Actualidad
/ Cultura