No afectan al consumo humano, pero sí a determinadas tareas que realizamos en nuestra vida diaria
La peor sequía que se recuerda desde hace décadas no cesa. La persistente falta de lluvias y el bajo nivel de los embalses lleva meses obligando a limitar determinados usos del agua -especialmente el agrícola- en todo el país.
Y las restricciones, lejos de remitir, van en aumento en distintos puntos, como el Consorcio de Aguas del Rumblar, al que pertenece Mengíbar. Así, los distintos municipios han decidido adoptar una serie de medidas para el ahorro de agua potable. Entre ellas se encuentran, no limpiar calles ni fachadas, ni coches, ni regar su jardines ni rellenar piscinas con agua potable.
El alcalde, Juan Bravo, ha emitido un bando con todas las restricciones:
Publicación_Anuncio Resolución de Alcaldía medidas extraordinarias ante la sequia